50 millones del remanente de Tesorería se quedan en el cajón, mientras paralizan proyectos ya presupuestados como el Plan de Cuidadores de Barrio
Los Presupuestos de un Gobierno son el espejo fiel de las prioridades que marcarán sus políticas. PP y C’s acaban de enseñar su hoja de ruta que se resume en recortes y más impuestos. A pesar de que la retórica de las derechas insiste machaconamente en su apuesta por la bajada de la presión fiscal, siempre se les olvida decir que únicamente pagarán menos quienes más tienen y que el resto de la ciudadanía asumirá una mayor carga. Así de claro queda en las Cuentas presentadas por el bipartito, donde se da marcha atrás al IBI diferenciado impulsado por Somos Oviedo/Uviéu que permitía recaudar más recursos procedentes de las grandes corporaciones y propietarios, a quienes ahora se perdonan casi 2 millones de euros en impuestos.
Para compensarlo, la mayoría de la ciudadanía experimentará un aumento del 1% en su recibo de la contribución. También suben las tasas y precios municipales, a través de los cuales PP y C’s esperan recaudar 400.000 euros. De esta manera, se contará con servicios de peor calidad pero más caros. Y el bolsillo de la ciudadanía se resentirá en el día a día, ya que la intención del bipartito es engrosar las arcas públicas a costa de cuestiones como la zona azul, las multas de tráfico y una grúa municipal que vuelve al ritmo recaudador y sancionador del gabinismo. A la vez, el bipartito recorta la previsión de inversión en ayudas sociales y educación, por lo que queda despejado el significado de la palabra “cambio” cuando es emitida por PP y C’s: anunciaron una modificación en las bases de las ayudas de educación que se traduce en un hachazo del 25% en las becas escolares. La misma línea siguen las políticas de empleo, que menguan en un 50%. Todo ello lo hacen mientras dejan en el cajón 50 millones del remanente de Tesorería que se podrían invertir en la ciudad. El bipartito se resiste a movilizar estos recursos, mientras también paraliza proyectos en marcha que generarían empleo y riqueza: el abandono del Plan de Cuidadores de Barrio contaba con un presupuesto de 200.000 euros con los que se crearían 25 puestos al año que no se ejecutarán, mientras las 350 personas que se habían inscrito para participar en el programa lo ven desvanecerse en el aire. También quedan paralizados el Plan de Movilidad, el Plan Especial del Naranco, la tarjeta ciudadana, la compra de la Fábrica de Gas, las licencias colaborativas, las ayudas por valor de 200.000 euros a autónomos y a la economía social… En definitiva, la hoja de ruta del bipartito discurre por una senda muy bien definida: recortes a la ciudadanía y dinero a sus bolsillos.