Hay dinero. A pesar de su ingente deuda, el Ayuntamiento de Oviedo dispone de remanente de tesorería este año para aumentar sus inversiones en el concejo. El remanente de tesorería es el saldo de dinero líquido resultante al final de un ejercicio, y desde hace unos años está limitado por el Gobierno central para que las administraciones locales no incurran en déficit. Sin embargo, a causa de la pandemia de la COVID-19, los ayuntamientos pueden disponer ahora de todo el remanente para ofrecer servicios públicos y estimular la economía. En el caso de Oviedo, el Consistorio dispone de 92 millones de euros, de los que ya ha autorizado el gasto de 30. Quedan pues otros 60 millones: ¿qué hacemos con ellos? El destino de ese montante marcará el carácter de las políticas locales, y su utilidad para los vecinos y vecinas del concejo.
Somos Oviedo ha iniciado una campaña para convertir los 60 millones en soluciones, que el bipartito de PP y Ciudadanos mantienen bloqueados. El concejal Rubén Rosón explica que mantendrá reuniones con colectivos y representantes sociales para recoger ideas, y apunta algunas que se podrían materializar de inmediato en distintas áreas:
—Multiplicar por tres las ayudas actuales que el Ayuntamiento concede de forma directa a familias y ciudadanos con necesidades urgentes. Las becas de Educación, por ejemplo, apenas alcanzan durante este mandato los 3,7 millones de euros, cantidad que se podría triplicar con ese remanente.
–Multiplicar por tres las ayudas a comercio, hostelería y autónomos, tres colectivos especialmente golpeados por la crisis de 2008 y por la desencadenada ahora por la pandemia.
–Crear 100 nuevos empleos municipales para reforzar los servicios sociales del municipio, que han visto recortados sus recursos de forma sustancial durante los próximos años.
–Rematar el plan de Cuidadores de Barrio que quedó preparado para su inicio en el mandato anterior, y que el bipartito paralizó sin explicaciones. Esa nueva figura ofrecería servicios de atención a vecinos y vecinas, además de crear 30 puestos de trabajo (el Ayuntamiento solo tenía que resolver hace dos años entre las más de 300 solicitudes presentadas, pero lo paralizó).
–Rematar también los proyectos pendientes para la Fábrica de Armas, la Fábrica de Gas y el Bulevar de Santuyano, tres planes fundamentales para el futuro de la ciudad que, de igual forma, siguen en suspenso a pesar de los avances conseguidos en el anterior mandato.
–Un plan de choque medioambiental, que incluya la rehabilitación energética de 2.000 viviendas, y el impulso de las cooperativas agroalimentarias en el concejo.
Son algunas propuestas que Somos completará y debatirá con las recogidas de la ciudadanía, que en último término es quien debe participar y decidir ante una oportunidad que, en realidad, es una urgencia: demostrar que el Ayuntamiento es capaz de responder a las necesidades vecinales más acuciantes durante tiempos difíciles, como los que atravesamos.
La cifra de 60 millones de euros es especialmente relevante en un municipio cuyos presupuestos anuales rondan los 200 millones, y al que las numerosas deudas acumuladas durante décadas suelen cercernar su capacidad inversora. Estas circunstancias exigen una mayor eficiencia en el uso del dinero disponible, como es el caso del remanente de tesorería para el que PP y Ciudadanos, aparte de ralentizar su gestión, no han propuesto aún ningún plan global. En palabras de Rosón, “Oviedo necesita un incremento de varios millones de euros en las partidas de gasto social, empleo, vivienda y ayudas a las familias y a los pequeños negocios y autónomos”.