El nuevo tripartito de Oviedo: las luchas internas y el regreso de Caunedo

  • El equipo de gobierno de Oviedo está inmerso en guerras entre el PP, los concejales llegados de la directiva del Centro Asturiano y Ciudadanos

  • El excalcalde del PP abre la caja de los truenos con unas declaraciones contra Nacho Cuesta “por hacer oposición al gobierno”

Unos pocos meses han sido suficientes para que en el equipo de gobierno de Oviedo comiencen a estar más preocupados por las luchas internas de poder entre familias que por gobernar, hasta convertirse en un nuevo tripartito en el que cada uno rema en su propia dirección o simplemente a favor de sus intereses privados, como el verso suelto que representa el concejal de Otea, Alfredo García Quintana.

Hasta ahora habían venido guardando las formas en público, situación que ha cambiado radicalmente en los últimos tiempos por dos circunstancias. De un lado, la debacle de Ciudadanos en las elecciones generales, que ha llevado a los naranjas a estar más pendientes de su casa que de la casa de todos, y del otro, el peor momento de popularidad del gobierno, con  la controvertida figura del alcalde Alfredo Canteli en los medios de todo el país.

El exalclade del PP, Agustín Iglesias Caunedo (presidente del partido a nivel local a pesar de la factura del caso Pokémon) ha decidido que es hora de abrir la caja de los truenos y se ha despachado a gusto esta semana con un comunicado en el que acusaba a Ciudadanos cometer una “irresponsabilidad” por apoyar en la Junta General del Principado una proposición no de ley de Podemos “cuyo único fin es hacer oposición al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Oviedo”. Todo el mismo día en el que Alfredo Canteli, también con unas declaraciones públicas, le metía un dedo en el otro ojo a su socio, el vicealcalde de Ciudadanos, Nacho Cuesta: “el proyecto del nuevo Bulevar es idea mía, es un proyecto del PP”, le espetó.

Ninguno de los dos ataques han sentado bien en Ciudadanos, ni en el partido, ni a nivel Ayuntamiento. A la interna, más problemas para Cuesta, al frente en Asturias de un partido totalmente fragmentado tras la destitución de Ignacio Prendes. El vicealcalde esperaba que su grupo parlamentario lograse introducir una enmienda para retirar el nombre de Oviedo de la proposición no de ley de Podemos que obliga a cumplir la Ley de Memoria Democrática y retirar en la capital las placas franquistas que él y Canteli acaban de reponer.  La enmienda no fue admitida, y Ciudadanos mantuvo el voto a favor. A nivel municipal, a Ciudadanos tampoco le habría sentado bien que el PP, que siempre había apostado por el soterramiento como solución a la entrada de la “Y” en Oviedo –célebres fueron las declaraciones de Canteli sobre un túnel de 2,5 kilómetros– se apropiase con tanta vehemencia de unas infografías que se cocinaron en la Concejalía de Urbanismo de Cuesta.

Mientras las palabras de Canteli parecen tener más que ver con una cuestión de egos y de marcar territorio, el toque de Caunedo va más allá de un simple gesto. Desde que dejó el Ayuntamiento de Oviedo ha visto como la persona que colocó de número dos en la lista de Canteli para mantener los equilibrios de poder, el exsenador Mario Arias Navia, habría dejado de cogerle el teléfono. Forma parte, junto a la también concejala del PP Covadonga Díaz, del bando que en la dirección local llaman “los traidores”, por haberse acercado a Canteli y su grupo del Centro Asturiano. Esto es, la facción del gobierno integrada por el alcalde y las personas que cómo él llegan al Ayuntamiento desde distintos puestos de dirección del club social del Naranco, como la concejala de Deportes Conchita Méndez. Entre los afines a Caunedo se mantienen en el Ayuntamiento el concejal de Economía, Javier Cuesta, y el veterano Gerardo Antuña. Ambos han salido reforzados en la última reestructuración de la dirección local, frente a Covadonga Díaz, que ha sido apartada. Distintas fuentes próximas al exalcalde aseguran que Caunedo, desde su oficina en una aseguradora, estaría disfrutando del espectáculo mediático de Oviedo “mientras tacha nombres en una lista y mantiene contactos con Madrid”.

Entre tanto, celos entre concejales por salir más o menos que otros en los medios de comunicación, bronca interna por la excursión de siete concejales a Fitur, tensiones por el liderazgo del Plan del Cristo y más recientes son los reproches entre concejalías del PP y Ciudadanos por el hachazo a las becas escolares, con toda la comunidad educativa en contra y las familias movilizadas. Hay quien apunta que la verdadera crisis estallará por ahí.

A la tormenta perfecta contribuye con una masa de aire frío el sector crítico de Ciudadanos en Oviedo, liderado por el concejal Luis Pacho, que pasó de cabeza de lista a ocupar una concejalía residual mientras los amigos personales Nacho Cuesta y José Luis Costillas se quedaban con las concejalías de gobierno y puestos en la dirección nacional del partido.